Mi hij@ está triste, ¿debo preocuparme?
Todas las personas pasamos por períodos de tristeza y los niños también. Esto es normal y saludable ya que todas las emociones sirven para algo, nos informan de cosas. La tristeza es lo que sentimos cuando hemos perdido algo importante, ocurre alguna desgracia o algo nos decepciona. Podemos sentirnos solos, tenemos ganas de llorar e incluso nos resultara difícil contener las lágrimas. La función de la tristeza es la de pedir ayuda.
Sin embargo, hay ocasiones en las que esta tristeza pasajera se convierte en permanente y hace que empecemos a sospechar que algo le pasa a nuestro hijo o nuestra hija.
Algunas señales que pueden alertarnos son:
- Estado de ánimo irritable o triste la mayoría de los días.
- Pérdida de interés o placer en las actividades que antes le resultaban placenteras.
- Pérdida (o aumento) de apetito/peso o fracaso en lograr la ganancia de peso esperada.
- Insomnio o hipersomnia.
- Agitación o enlentecimiento psicomotores.
- Fatiga o pérdida de energía.
- Sentimiento de inutilidad o de culpa.
- Disminución de la capacidad para pensar/concentrarse o indecisión.
Si tu hijo o tu hija presenta más de uno de estos síntomas durante varios meses o la intensidad de los mismos es muy grande deberías acudir a un profesional de la psicología para que explore qué está pasando y qué hacer.
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